Tras más de cinco horas de viaje, el sábado, un día antes de la prueba, llegamos a Lisboa. Se respiraba el ambiente de competición.

Sin apenas tiempo para descansar, tocaba la recogida del dorsal, y dejar todo el material en la zona de bóxes, y empezar a prepararse para la prueba, que era al día siguiente.

Mis sensaciones, eran buenas, tenía muchísima ilusión, pero, tengo que llegar a las tres metas que nos propusimos al empezar el reto este año y eso está generando en mi, un exceso de responsabilidad, y de compromiso, porque mi objetivo fundamental, es conseguir que el mayor número de personas, que padecen la ELA puedan comunicarse. Y además visibilizar, visibilizar y visibilizar… que la ELA es una enfermedad terrible y que ¡hay que investigar!

También tuve tiempo de rodar un rato en bicicleta, para notar mis piernas, que sigue una de ellas lesionada y con dolor.

La prueba

El domingo, sonó el despertador muy temprano y tocó irse hacia la salida. Hacia un día brutal, muchísima gente animando, muchos gritos de “¡go pichón!”. El escuchar Pichón en diferentes idiomas fue muy emocionante.

Y tocó nadar, más de mil participantes, el agua fue dura, pero todo fue muy bien. Después tocó la bicicleta fueron 90 kilómetros duros, ya empezó a apretar el calor en un circuito donde el final de cada vuelta era en subida y resultaba duro…pero ahí me acordaba de todos los pacientes de ELA que están sufriendo y sobre todo de todos aquellos que han luchado por la ELA y ya no están con nosotros, fue como una medicina!

Y por último, tocaba ponerse las zapatillas y afrontar la media maratón, quise empezar despacio, pero conforme iban pasando los kilómetros, me fui encontrando mejor y el calor de la gente, el día, y sobre todo la razón por la que estoy haciendo esto, hizo que estos últimos 21 kilómetros fueran muy emocionantes.

Una vez en la meta, mi sensación de haberlo conseguido, y de que ya solo queda una meta, Hamburgo (Alemania), ¡me emocionó!

Estoy con muchas fuerzas, el reto de este año, me está permitiendo conocer muchos pacientes de ELA, que me están transmitiendo grandes lecciones de vida y sobre todo, dándome fuerzas para seguir entrenando duro y llegar a Hamburgo, (Alemania) para culminar este reto.

En este viaje me han acompañado tres estudiantes de comunicación Alex, Blanca y Sergio, que además de realizar un excelente trabajo en la grabación de todas las imágenes, sin ellos, saberlo, fueron para mí un apoyo importante en todos aquellos momentos de soledad, que surgen de lo que uno está haciendo. ¡Muchas gracias a los tres!

En esta ocasión, llevé también muy presente durante toda la prueba y durante todo el esfuerzo realizado a Anita, una jóven, que desde el cielo ha donado al #RetoPichon y me dio muchas fuerzas para llegar a la meta. ¡Se que estuvo allí!
 

¡Sólo queda Hamburgo!

¡Ya solo queda Hamburgo! Pero lo que si es cierto es que va a ser el pico más duro y la razón por la que estamos entrenando tanto durante tanto tiempo.

Aunque queda mucho trabajo por hacer…estoy muy contento, hemos llegado al ecuador de nuestro #RetoPichon2017. Seguimos hacia delante… la próxima parada el 13 de agosto, en el Ironman de Hamburgo Alemania ¡Necesito vuestra ayuda! Si quieres ayudarnos haz tu donación al IBAN de la Asociación ELA Andalucía: ES62 – 2100 – 7317 – 9323 – 0008 – 9008 “La Caixa” con el concepto Reto Pichón.