Ayer fue un día muy especial para mí, finalizaba el #RetoPichón2020, y con él la entrega del cheque de 37.000 € que hemos conseguido para ayudar a las chic@s sordociegos del Centro Santa Ángela de la Cruz, que la ONG Apascide tiene en Salteras (Sevilla).

Un año muy largo e intenso, en el que hemos tenido que cambiar los planes iniciales en cuanto a las pruebas deportivas se refiere. Adaptarnos a las circunstancias actuales.

Lo más importante es que le hemos dado muchísima visibilidad a una discapacidad única

La causa la teníamos muy clara desde el principio y no íbamos a cesar en nuestro empeño. Solo nos quedaba apretar los dientes y seguir, seguir y seguir. Porque Valentina, Inés, Juande, José Luis, Dolores, Luis, Jenny…se lo merecen todo.

He nadado con mi amiga Raquel Domínguez, deportista con discapacidad más de 5,5 kilómetros en el Río Guadalquivir. Corrido 7 maratones en 7 días con más de 150 corredores de todo el mundo. Y subido y bajado corriendo las 37 plantas del rascacielos más grande de Andalucía, la Torre Sevilla. Más de 7.800 escalones.

Pero lo más importante es que le hemos dado muchísima visibilidad a una discapacidad única: la sordoceguera. Porque resulta de la combinación grave de la falta de dos sentidos: el visual y el auditivo.

Dar las gracias a todos los que de alguna manera u otra han contribuido a conseguir esta cifra.

Cuando hace aproximadamente un año me acerqué a Apascide para pedirles permiso para poder ayudarles, me impacto muchísimo lo que vi. Por un lado, la realidad de estos chic@s y de sus familias, ¡que duro! Y por otro, el día a día de las grandísimas personas que trabajan allí.

Como me decían, no se limitan a darles de comer y acostarlos. Si no que su trabajo consiste en darlo todo para que estas personas puedan desarrollarse como cualquier otro ser humano. En definitiva, puedan tener una vida plena y feliz.

En este sentido, me impacto mucho la frase que me dijo Olga, la directora del Centro de Día: “Una persona sordociega si tiene una mano certera que le guíe, conocerá el mundo, vivirá, reirá, soñará, disfrutará…Tendrá una vida digna”.

Quiero dar las gracias a todos los que de alguna manera u otra han contribuido a conseguir esta cifra que hace unos meses escasos era impensable. Lo hemos conseguido entre todos. Y cada año lo tengo más claro. No me cansaré de decirlo, el #RetoPichón no es Juan Luis, somos todos los que hacemos posible esta aventura.

Me quedo con una frase que me dijo ayer Lola, la Presidenta de Apascide: con vuestra aportación habéis logrado que esta organización acabe el año y puedan seguir atendiendo a estas personas en el centro.

¿Qué sería de estas personas si no existiese Apascide…?

Muchas gracias, siempre de corazón. Hasta muy pronto.